2018/01/25

La captación de talento extranjero en las universidades y el diferencial catalán

Language: Spanish

Tal y como se publicaba recientemente parece que las universidades españolas suspenden en su capacidad de atraer talento extranjero. En este sentido deberíamos reflexionar y ser capaces de analizar los motivos que impiden que mejoremos en la captación del mejor talento internacional para nuestro sistema universitario. Sin duda, ello requiere ir más allá del simple mantra de la endogamia sistémica como denuncia recurrente. 
Lógicamente se requieren estudios en profundidad y en unas breves líneas es difícil exponer todos los motivos, pero hay dos variables básicas que son condición necesaria para internacionalizar y mejorar el sistema universitario. Por un lado disponer de un sistema de salarios competitivo internacionalmente, y por otro una carrera laboral, que en función del rendimiento, asegure la estabilidad necesaria a los profesores e investigadores y a su vez sea homologable a los países más avanzados.

El actual sistema está regulado por la Ley Orgánica de Universidades (LOU) -posteriormente modificada- dónde se fija una carrera profesional básicamente funcionarial de cuerpos estatales. Veo difícil con este modelo de carrera profesional tratar de internacionalizar el sistema. De hecho creo que debería ser ya momento de no lamentarse y decidir si apostar por la eficiencia del sistema y su internacionalización, o por contra mantener un sistema de cuerpos estatales que prioriza el control. El pequeño diferencial del sistema público universitario catalán, que observamos en los datos publicados, puede estar en haber intentado apostar por la primera opción.

Sin lugar a dudas la Ley Catalana de Universidades (LUC) cumple la LOU, pero tiene pequeños matices, que añadidos a las propuestas y acuerdos sindicales de los últimos diez años mediante su inclusión a todos los niveles de negociación, han permitido desarrollar un modelo de carrera laboral más homologable internacionalmente. Si se me permite la ironía es curioso observar cual de los dos modelos tiene una connotación más nacionalista, tema en el que no tengo ninguna intención de profundizar y dejo a reflexión del lector. 

El modelo en Cataluña estos últimos años se ha basado en intentar equilibrar la captación mediante contratos laborales, sin olvidarnos de las elevadas limitaciones económicas cuando nos comparamos con las universidades de otros países con las que pretendemos codearnos y competir. Es decir, sin rodeos podemos observar que una de las diferencias principales con otras comunidades es que la nuevas plazas de profesorado se han convocado exclusivamente con contratos laborales, con lo que podríamos decir que se ha bloqueado la vía funcionarial.

Simplificando mucho podemos reducir el modelo a dos recetas. Seleccionar muy bien la captación en el rango superior de la escala salarial y de forma más escasa, dadas las limitaciones económicas, mediante programas como por ejemplo el ICREA, y hacer la mayor parte de la captación al inicio de las carrera postdoctoral (escalas salariales inferiores), por lo tanto centrarse en la contratación de personal joven en contextos internacionales. Es decir, fijar un modelo laboral basado en la captación postdoctoral internacional con garantías de tenure-track que den posibilidades reales de estabilización y promoción, intentando asegurar la segunda variable mencionada al inicio del artículo, dado que en salarios es difícil competir. Evidentemente el modelo tiene mucho que mejorar y sigue siendo incomprendido por muchos de nuestros colegas de otras comunidades autónomas, pero creo que si se mantiene y mejora las evidencias cuantitativas hablarán por si solas.

Entre las muchas dificultades de aplicar este modelo de organización del trabajo, especial relevancia tiene poder sortear el corsé que supone la ley estatal de universidades, para lo cual se requiere mucha creatividad y produce ciertas discriminaciones del profesorado con contrato laboral. Por ejemplo un catedrático laboral no puede ser rector o secretario general. Por otro lado empieza también a ser urgente la modificación de la LUC, dado que quedan muchos aspectos por mejorar en base a la experiencia de los últimos años. Mejoras que tradicionalmente han llegado de los agentes sociales y de determinados sindicatos, hecho que no debemos ocultar y esperemos sigan en esta dirección.

Por último en relación a los indicadores, creo que si el futuro no nos depara un retroceso drástico en la política universitaria catalana los veremos mejorar aún más. Hace relativamente poco que algunas de las mayores universidades están incorporando y asimilando el modelo, es decir centrar el Serra Húnter para la captación internacional en etapas iniciales post-doctorales y luego acordar con los agentes sociales modelos de estabilización siguiendo sistemas tenure-track. Ante esta pequeña satisfacción, está el contraste entristecedor para muchos de nosotros cuando vemos como la LOU nos encorseta y nos impide avanzar de una forma ágil. Pese a que algunos lo hemos intentado con ahinco, cambiar la esencia del modelo estatal no es tarea sencilla ya requiere previamente superar el concepto de control funcionarial centralizado y ser consciente que dicha internacionalización puede cambiar las cuotas de poder interno en las universidades y quizás fuera de ellas. Dos resistencias complejas que por experiencia veo muy difícil de que se puedan superar a corto plazo.

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